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Porcentaje de tierra cultivable por países. WIKIPEDIA
Las grandes potencias y los países emergentes superpoblados están comprando inmensas superficies de tierras cultivables en las naciones en desarrollo, para asegurarse su futuro alimentario a costa de poblaciones que pasan hambre
Uno de los aspectos menos conocidos de la conflictiva geopolítica del año que termina ha sido la carrera hacia la adquisición y el control de tierras fértiles en el planeta -una buena parte del continente africano y amplias extensiones en América Latina- por parte de potencias ricas o emergentes como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Japón, China e India, mostrando la que va a ser una clave decisiva en las relaciones internacionales del siglo XXI.
La pasada semana el Parlamento argentino votó una ley que pone coto a la venta en porciones del país, uno de los líderes mundiales en producción de alimentos y que ya ha enajenado un 10% de su territorio, para restringir esta venta hasta un máximo del 15% de la Argentina.
Según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 2011 se dispararon los precios de los alimentos y la fiebre por la adquisición multinacional de tierras cultivables y de zonas ricas en agua.
Los países más pudientes están comprando inmensos territorios en toda el África subsahariana, a fin de crear explotaciones agrícolas destinadas a la alimentación o a la producción de agrocarburantes. El director saliente de la FAO, Jacques Diouf, pone el dedo en la llaga: “Estados y empresas occidentales están interviniendo millones de hectáreas de tierras agrícolas de países en desarrollo para asegurar su aprovisionamiento alimentario a largo plazo”.
“Neocolonialismo: Estados pobres produciendo alimentos para los países ricos a expensas de su propia población hambrienta”
La multiplicación de estas transacciones (que alcanzan un territorio equivalente a la totalidad de Europa Occidental) podría entrañar, según Diouf, “un forma de neocolonialismo: Estados pobres produciendo alimentos para los países ricos a expensas de su propia población hambrienta”.
En una gran parte del Africa subsahariana: Mozambique, Sudán del Sur, Tanzania, Etiopía, Uganda, Zambia, Liberia, Madagascar, Uganda, Congo… se está produciendo un auge de compra de tierras por parte de países y compañías extranjeras que, según el Banco Mundial, en la mayoría de los casos implica el desplazamiento de las comunidades locales y de sus cultivos tradicionales para la fabricación de biodiesel, aceite de palma o para la producción intensiva de alimentos básicos como cereales o arroz, que luego son enviados a los países inversores. Según esta entidad, se exportan miles de toneladas de alimentos desde países que, paradójicamente, viven de la asistencia humanitaria internacional para combatir el hambre y la desnutrición.
Como formalmente las tierras son de propiedad estatal, son casi siempre los propios gobiernos, poco transparentes o directamente corruptos, quienes hacen las operaciones al margen de la población. Por ejemplo, en Etiopía, el quinto país más hambriento del mundo, que está afectado por la hambruna que sacude el cuerno de África, y donde unos 13 millones de habitantes dependen de la ayuda humanitaria para comer, el Gobierno acaba de ceder más de 40.000 kilómetros cuadrados de tierras, que han ido a parar sobre todo a inversores indios.
Nyikaw Ochalla, director de la Organización para la Supervivencia Anywaa, denuncia: “Se deja a las comunidades locales fuera de la toma de decisiones, y lo que ocurre es que un día esta gente ve una larga fila de tractores que está despejando las tierras. Y cuando preguntan al Gobierno regional qué está ocurriendo, nadie sabe nada, porque la negociación la han llevado a cabo sólo una o dos personas en su propio beneficio“.
Más de la mitad de la tierra cultivable de Madagascar se dedica a reservas de alimentos para Corea del Sur
Según el diario británico The Guardian, “la escalada de los precios alimentarios a escala mundial ha desencadenado una segunda invasión de África“. A mediados del mes pasado, la empresa surcoreana Daewoo Logistics obtuvo del Gobierno de Madagascar la concesión de un millón de hectáreas durante un plazo de 99 años para cultivar 5 millones de toneladas anuales de maíz, y otras 120.000 hectáreas para producir aceite de palma; en total, más de la mitad de las tierras cultivables de la isla, destinadas a las reservas alimentarias de Corea del Sur.
Sudán del Sur se dispone a ceder a los inversores extranjeros unas 900.000 hectáreas de tierra y otro tanto va a producirse en Tanzania.
La República Democrática del Congo, que se desangró hasta hace poco en guerras de exterminio, tiene la mitad de sus tierras cultivables en manos de inversores extranjeros, que las utilizan para cultivar agrocombustibles, productos de exportación, o para especular con los alimentos y sus precios en las bolsas internacionales.
Según un informe que acaba de difundir la FAO sobre “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo”, el alza mundial de precios en los alimentos como el arroz, trigo, maiz y semillas oleaginosas seguirá aumentando hasta cerca de un 50% de aquí a 2020, debido a laespeculación en los mercados, que se han dirigido en estampida desde los mercados de valores a los mercados de materias primas. Y ésa, junto a las previsiones para el futuro de los gigantes asiáticos y de los países árabes más ricos, es la causa de las operaciones de compras invasivas de territorios que se están produciendo en África y que se anuncian en América Latina.
La FAO también presentó hace unos días en Santiago de Chile un informe en el que denuncia “intensos procesos de concentración y extranjerización de tierras en América Latina y el Caribe“. El funcionario de este organismo Fernando Soto Baquero advertía: “Los gobiernos de la región deben encontrar las formas para asegurar que estos procesos no tengan efectos negativos sobre la seguridad alimentaria”.
China, Corea del Sur, Arabia Saudí, Qatar y fondos especulativos compran tierras en América Latina
Las agencias internacionales dan cuenta de que compañías de India están recorriendo América Latina en busca de oportunidades para adquirir tierras que les aseguren el suministro de materias primas. Ya han adquirido 13.000 hectáreas en Brasil y 600.000 en Argentina. Por su parte, China, Corea del Sur, Arabia Saudí, Qatar, y operadores al servicio de fondos especulativos están realizando operaciones de compra de territorio latinoamericano con un alcance todavía no cuantificado por los organismos internacionales.
Sobre el factor especulativo en la venta o enajenación de amplios territorios en los continentes africano y americano, es muy interesante el trabajo de Carlos Enrique Bayo, que titulaba una reciente columna: Goldman Sachs se forra provocando hambrunas . Bayo describe cómo el mayor banco financiero del mundo se inventó el instrumento especulativo que ha disparado los precios mundiales de alimentos. En 1991, los banqueros neoyorquinos crearon un nuevo instrumento especulativo, el “Goldman Sachs Commodity Index”, un índice de 18 productos básicos -del trigo, el cacao, el cerdo, el arroz o el café, al cobre y el petróleo- para que los brokerspudieran jugar también en lo que hasta entonces era un mercado especializado.
La “financiarización” de los mercados de productos básicos
Así se llegó a lo que los expertos de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas (UNCTAD) han denominado “financiarización” de los mercados de los productos de primera necesidad y que ha conducido a que en la primera década de este siglo los precios medios del trigo o el arroz se triplicaran a causa de la especulación bursátil, y que durante el pasado año los precios de los cereales aumentaran en más de un 60%. Según el experto de este organismo de Naciones Unidas Joerg Mayer, “el mercado de los alimentos se ha convertido en un casino”, mientras mil millones de personas se acuestan cada día con hambre en los países vulnerables que van siendo vaciados de sus posibilidades de sostenimiento por la adquisición extranjera de sus tierras más fértiles.
Las “cumbres” destinadas a la materia fracasan una tras otra. Ya casi no se habla de los famosos “objetivos del milenio”. En la última del G-20 en Roma, el ministro de Agricultura del Gobierno conservador francés, Bruno Le Maire, trató de encender la alarma: “Si no tomamos medidas oportunas ahora, la hambruna se convertirá en el mayor escándalo de este siglo“. Los mercados caminan en otra dirección.
Fonte: http://www.publico.es/internacional/445985/continentes-en-venta
Delícias da Lagoa Mirim, no Brasil Rural Contemporâneo, em Porto Alegre. Foto: Cíntia Barenho/CEA
Hoje, alguns “jogam” com a fome para ganhar dinheiro.
por Esther Vivas
A crise alimentar açoita o mundo. Trata-se de uma crise silenciosa, sem grandes anúncios, que não interessa nem ao Banco Central Europeu, nem ao Fundo Monetário Internacional, nem à Comissão Europeia; mas que atinge a 870 milhões de pessoas, que passam fome, segundo indica o relatório “O estado da insegurança alimentar no mundo – 2012”, apresentado no dia 9 de outubro passado pela Organização das Nações Unidas para a Agricultura e a Alimentação (FAO).
Acreditamos que a fome está bem longe de nossos confortáveis sofás; que pouco tem que ver com a crise econômica que nos atinge. Porém, a realidade é bem distinta. Cada vez aumenta mais o número de pessoas que passa fome no Norte. Obviamente, não se trata da mesma fome que atinge aos países da África ou outros; porém, consiste na impossibilidade de ingerir as calorias e proteínas mínimas necessárias; e isso tem consequências sobre nossa saúde e nossas vidas.
Há anos, chegam até nós as terríveis cifras da fome nos Estados Unidos: 49 milhões de pessoas, 16% das famílias, segundo dados do Departamento de Agricultura dos Estados Unidos, que incluem a mais de 16 milhões de crianças. Números que o escritor e fotógrafo David Bacon põe rosto em seu trabalho ‘Hungry By The Numbers‘ (Famélicos segundo as estatísticas). As caras da fome no país mais rico do mundo.
No Estado Espanhol, a fome converteu-se também em uma realidade tangível. Sem trabalho, sem salário, sem casa e sem comida. Assim estão muitíssimas pessoas golpeadas pela crise. Segundo dados do Instituto Nacional de Estatística, em 2009, calculava-se que mais de 1 milhão de indivíduos tinham dificuldades para consumir o mínimo necessário. Hoje, a situação, ainda sem cifras, é muito pior. As entidades sociais estão superlotadas; e nos últimos dois anos, duplicaram-se as demandas de ajuda por falta de alimentos, para comprar remédios etc. E, segundo informa a organização Save the Children, com cifras de 25% de pobreza infantil, cada vez são mais as crianças que comem somente uma vez ao dia, no restaurante escolar e graças a bolsas de estudo, devido a dificuldades econômicas enfrentadas por suas famílias.
Por isso, não é de se estranhar que, inclusive, o prestigiado jornal estadunidense, The New York Times, publicara, em setembro de 2012, uma galeria fotográfica de Samuel Aranda, ganhador do World Press Photo 2011, que, sob o título ‘In Spain, austerity and hunger’ (Na Espanha, austeridade e fome) retratara as consequências dramáticas da crise para milhares de pessoas: fome, pobreza, despejos, paralisações…; mas, também, muita luta e mobilização. O Estado Espanhol conta com as taxas de pobreza mais elevadas de toda a Europa, ficando atrás somente da Romênia e da Letônia, segundo um relatório da Fundação Foessa. Uma realidade que se impõe e vem a público, apesar de que alguns a querem silenciar.
A crise econômica, por outro lado, está intimamente ligada à crise alimentar. Os mesmos que nos conduziram à crise das hipotecas subprime, que originou o estouro da “grande crise”, em setembro de 2008, são os que, agora, especulam com as matérias primas alimentares (arroz, milho, trigo, soja…), gerando um aumento significativo de seus preços e convertendo-as em inacessíveis para grandes camadas da população, especialmente nos países do Sul. Fundos de investimento, companhias de seguros, bancos… compram e vendem ditos produtos nos mercados de futuros com a única finalidade de especular com os mesmos e fazer negócio. O que existe de mais seguro para investir do que a comida, se todos temos que comer a cada dia…?
Na Alemanha, o Deutsche Bank anunciava lucros fáceis para quem investia em produtos agrícolas no auge. Negócios similares eram propostos por outro dos principais bancos europeus, o BNP Paribas. O Barclays Bank ingressava, em 2010 e 2011, quase 900 milhões de dólares por especular com a comida, segundo dados do World Development Movement. E não temos porque ir muito longe. Catalunya Caixa oferecia a seus clientes grandes benefícios econômicos a custa de investir em matérias primas sob o slogan: “depósito 100% natural”. E o Banco Sabadell contava com um fundo especulativo que operava com alimentos.
Apesar de tudo que falam, a fome não tem tanto a ver com secas, conflitos bélicos etc.; mas com os que controlam e ditam as políticas agrícolas e alimentares e em mãos de quem estão os recursos naturais (água, terra, sementes…). O monopólio do atual sistema agroalimentar por um punhado de multinacionais, com o apoio de governos e instituições internacionais, impõe um modelo de produção, distribuição e consumo de alimentos a serviço dos interesses do capital. Trata-se de um sistema que gera fome, perda da agrodiversidade, empobrecimento camponês, mudança climática… e onde se antepõe o lucro econômico de uns poucos às necessidades alimentares de uma grande maioria.
‘Os jogos da fome’ era o título de um filme de ficção dirigido por Gary Ross, baseado no Best-seller de Suzanne Collins, onde uns jovens, representando suas comunidades, tinham que enfrentar-se para alcançar o triunfo e ganhar comida, bens e presentes para o resto de suas vidas. Às vezes, a realidade não está muito distante da ficção. Hoje, alguns “jogam” com a fome para ganhar dinheiro.
*Esther Vivas, membro de Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) UPF. Tradução: Adital
Agricultura Ecológica em Capão do Leão-RS. Foto: Cíntia Barenho/CEA
O Diário Oficial da União desta terça-feira publicou o decreto 7.794, que institui a Política Nacional
de Agroecologia e Produção Orgânica. O decreto é assinado pela presidenta Dilma Rousseff.
Os objetivo são integrar, articular e adequar políticas, programas e ações indutoras da transição agroecológica e da produção orgânica e de base agroecológica, contribuindo para o desenvolvimento sustentável e a qualidade de vida da população.
O documento prevê o uso sustentável dos recursos naturais e da oferta e consumo de alimentos saudáveis. Essa política será implementada pela União em regime de cooperação com Estados, Distrito Federal e Municípios, além de organizações da sociedade civil e de outras entidades privadas.
Entre as diretrizes da política estão: promoção da soberania e segurança alimentar e nutricional e do direito humano à alimentação adequada e saudável, por meio da oferta de produtos orgânicos e de base agroecológica isentos de contaminantes que ponham em risco a saúde; a promoção do uso sustentável dos recursos naturais, observadas as disposições que regulem as relações de trabalho e favoreçam o bem-estar de proprietários e trabalhadores.
Para conhecer a íntegra do plano, clique aqui.
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Ao tomar posse nesta terça-feira (17) na presidência do Conselho Nacional de Segurança Alimentar e Nutricional (Consea), órgão consultivo do governo, a antropóloga Maria Emília Lisboa Pacheco, manifestou sua preocupação com a desnutrição nas comunidades indígenas e quilombolas no Brasil. Ela também defendeu a “restauração” da preocupação do governo com os produtos geneticamente modificados.
A cerimônia de posse foi realizada no Salão Oeste do Palácio do Planalto, em Brasília (DF), com a presença da presidenta Dilma, ministros e diversas autoridades e convidados.
Segundo a nova presidenta do Consea, a aceitação da Proposta de Emenda à Constituição (PEC) 215, que transfere para o Legislativo a competência pela demarcação e pela homologação de terras indígenas e quilombolas, prejudica essas comunidades. Outra medida citada por Maria Emília, foi a da Ação Direta de Inconstitucionalidade (Adin) 3.239, proposta pelo DEM, que será votada pelo Supremo Tribunal Federal (STF).
“Os índices de desnutrição entre os povos indígenas continuam altos e, mais recentemente, vem sendo diagnosticados casos de doença beri-beri em várias etnias em Roraima. A situação das comunidades quilombolas também preocupa. Os conflitos territoriais e as dificuldades de acesso às políticas são obstáculos à segurança alimentar”, destacou.
Maria Emília também disse que reconhecia os avanços dos últimos anos para muitos segmentos sociais, mas enfatizou que há riscos de retrocesso. “Vivemos tempos de grandes desafios, contradições e riscos de desconstrução de conquistas”, declarou, e cobrou que o Estado respeite as convenções internacionais que tratam dos direitos das comunidades tradicionais.
“Para reverter o quadro de risco para essas populações, o Consea defende o etnodesenvolvimento como uma diretriz a ser plenamente implementada no conjunto das políticas públicas do Estado brasileiro e, em especial, nas políticas de segurança alimentar”, completou.
Maria Emília substitui Renato Maluf que, em seu discurso de despedida, criticou a situação brasileira de ser o “campeão mundial no uso de agrotóxico e na permissão de produção de produtos transgênicos. “É uma condição que a população brasileira vem sentindo”, disse.
“É socialmente inaceitável que o mercado seja o regulador das decisões tecnológicas”, diz nova presidente
“Defendemos a rotulagem obrigatória de todos os alimentos transgênicos, assegurando ao consumidor o direito à informação”, afirmou a nova presidente do Consea diante da presidente Dilma Rousseff, no Palácio do Planalto.
Ao dar posse aos novos integrantes do Consea, a presidente Dilma Roussef disse que espera uma “colaboração crítica” do órgão consultivo do governo para o aprimoramento das políticas sociais na área de alimentação. Dilma disse também que conta com o apoio do conselho para o desenvolvimento das políticas de combate à miséria extrema, meta principal de seu governo. “Por todos os desafios que ainda temos na segurança alimentar da nossa população e na erradicação da extrema pobreza, a parceria com o Consea é fundamental para todo governo federal”, completou a presidenta
Maria Emília criticou o que chama de “livre atuação das grandes corporações”. “A livre atuação das grandes corporações, apoiada na irrestrita publicidade de alimentos – que tem como um dos alvos principais as crianças – também tem gerado efeitos nocivos para a segurança alimentar e nutricional e em fenômenos como o preocupante avanço do sobrepeso, da obesidade e de doenças crônicas não-transmissíveis”.
Criado em 2003, o Consea tem caráter consultivo e auxilia a Presidência da República na formulação de políticas e diretrizes ligadas ao direito à alimentação. A posição crítica de Maria Emília sobre os transgênicos contraria a posição defendida pelo novo presidente da Comissão Técnica Nacional de Biossegurança (CTNBio), Flávio Finardi Filho. Há um embate ideológico no governo em relação aos transgênicos que se arrasta desde 1997, quando a CTNBio autorizou a comercialização da soja produzida pela multinacional Monsanto.
A nova presidente do Consea também pediu que o governo mantenha o veto à utilização da chamada tecnologia genética com restrição de uso (GURT), defendida pelos produtores rurais. Essa manipulação produz sementes estéreis e seria utilizada para manter a capacidade produtiva das plantas, muitas vezes afetada pelo florescimento. Pelo menos dois projetos em tramitação no Congresso Nacional pretendem derrubar a proibição: um do deputado Luis Carlos Heinze (PP-RS) e outro da senadora Kátia Abreu (PSD-TO), ambos representantes da influente bancada ruralista no Congresso.
Maria Emília Pacheco é a primeira mulher a presidir o Conselho de Segurança Alimentar (Consea)
A antropóloga Maria Emília Pacheco será a primeira mulher a presidir o Conselho Nacional de Segurança Alimentar e Nutricional (Consea). Nasceu em Leopoldina (MG) em 1948, é formada em Serviço Social pela Faculdade de Serviço Social de Juiz de Fora (MG) e possui mestrado em Antropologia Social pela Universidade Federal do Rio de Janeiro. Ela integra a Federação de Órgãos de Assistência Social e Educacional (Fase), o Fórum Brasileiro de Soberania e Segurança Alimentar e Nutricional (FBSSAN) e a Articulação Nacional de Agroecologia (ANA).
Maria Emília integrou a equipe que implantou o Instituto Nacional de Alimentação e Nutrição (Inan) em Minas Gerais. É anistiada política desde maio de 2009. Ela é conselheira do Consea desde 2004.
Veja o discurso de posse de Maria Emília: http://www4.planalto.gov.br/consea/noticias/imagens-1/discurso-posse-maria-emilia-17abr2012
A cerimônia posse da nova gestão do Consea foi matéria de dezenas de veículos de comunicação na semana, veja abaixo sua entrevista para A Voz do Brasil e TV NBR
Clique aqui para ouvir a entrevista em A Voz do Brasil.
Clique aqui para assistir à entrevista à TV NBr
Fonte: ASPTA
Os Estados Unidos ficaram mais perto de aprovar um salmão alterado em laboratório que cresce duas vezes mais rápido que o natural, o que aumenta a probabilidade de ele se tornar o primeiro animal transgênico a ser servido nas mesas de jantar do mundo.
Uma comissão da agência de fiscalização de remédios e alimentos dos EUA, a FDA, discutia ontem se era seguro liberar o peixe para a alimentação ou se ele representa uma ameaça ao ambiente. Mas a FDA parece já ter chegado a algumas conclusões sobre o assunto: antes da reunião de ontem, a agência já tinha divulgado na internet uma análise concluindo que a versão transgênica era tão segura para comer quanto o salmão do Oceano Atlântico e também criaria riscos mínimos para o ambiente.
O salmão AquAdvantage tem um gene que ativa um hormônio de crescimento, originalmente do salmão-rei, que acelera o desenvolvimento no primeiro ano de vida. Também contém um fragmento do DNA de peixe-carneiro americano que ajuda a ativar o gene do salmão-rei. O peixe geneticamente modificado para de crescer quando atinge o tamanho normal.
Na análise científica divulgada na internet, a FDA concluiu que o peixe modificado não é química ou biologicamente diferente de um salmão do Atlântico convencional. Ele cria uma vantagem comercial porque pode atingir o peso de abate em um ano e meio a dois, cerca de metade do tempo necessário para o salmão do Atlântico normal.
“Há uma oportunidade de recriar a indústria nacional de salmão com piscicultura terrestre”, diz Ronald Stotish, presidente da AquaBounty Technologies Inc., de Waltham, no Estado americano de Massachusetts, que participou da reunião da FDA de ontem. Das cerca de 1,5 milhão de toneladas de salmão do Oceano Atlântico produzidas anualmente, os EUA consomem cerca de 450.000, praticamente tudo importado, segundo Stotish.
Mas Jaydee Hanson, analista político sênior do Centro para Segurança dos Alimentos, um grupo sediado em Washington que faz campanha contra o salmão transgênico, disse que alguns dos estudos de segurança se baseiam em amostras pequenas demais.
“Deveriam ser exigidos no mínimo cem peixes”, diz Hanson, que deu seu depoimento à comissão. “Os dados não são suficientes – a FDA deveria pedir mais.” Stotish, da AquaBounty, diz que os dados dos testes são suficientes.
A polêmica em torno do peixe é parte de uma tendência mundial maior: motivada por crescimento da população, alta no preço dos alimentos, impacto da mudança climática na agricultura e falta de evidências claras dos efeitos nocivos dos alimentos transgênicos na saúde humana, a aceitação mundial dos produtos antes chamados de “alimentos Frankenstein” tem aumentado. E isso é especialmente verdade nos países em desenvolvimento.
Alterar a genética de alimentos pode gerar vários benefícios, dizem cientistas. Uma lavoura pode ser modificada para render mais, resistir mais aos pesticidas ou a secas e pragas. Às vezes, barateia a produção. Muitos países estão correndo para usufruir desses benefícios.
Em uma decisão significativa mas pouco noticiada, a China declarou em dezembro que certas variedades de arroz e milho transgênicos são seguras para produzir e consumir nos próximos dois a três anos.
A África do Sul planta milho transgênico. O Brasil e o Paquistão plantam soja e milho transgênico. A Índia produz algodão transgênico há vários anos. Mas uma iniciativa recente para comercializar o primeiro alimento transgênico do país – uma berinjela resistente a pragas – foi paralisada recentemente por questões de segurança.
Em 2009, o total de hectares do mundo plantados com transgênicos subiu 6,8%, de 125 milhões para 133 milhões, segundo o Serviço Internacional para a Aquisição de Aplicações de Biotecnologia Agrícola, uma associação do setor de transgênicos. Quase metade do total foi plantado em países em desenvolvimento.
Produtores rurais do mundo inteiro pagam cerca de US$ 9 bilhões por ano para comprar sementes geneticamente modificadas, segundo uma pessoa do setor. Há várias empresas desenvolvendo plantas transgênicas – a americana Monsanto Co., sediada em St. Louis, Missouri, é a maior. A grande maioria do milho, da soja e do algodão plantado nos EUA contém pelo menos um gene patenteado pela Monsanto.
A Europa tem sido extremamente cautelosa com os transgênicos. Mas no fim de julho a Comissão Europeia aprovou a importação de seis variadades de milho para uso na alimentação humana e de animais, embora não para cultivo. No mesmo mês, a comissão também propôs novas regras permitindo que cada um de seus países membros decida por conta própria se autoriza ou não o plantio de um transgênico aprovado pela comissão. Até agora, o único transgênico aprovado para plantio na Europa é uma batata com alto teor de amido, desenvolvida para uso industrial.
Nas criações de animais, cientistas da Universidade de Guelph, no Canadá, criaram um porco transgênico que digere e processa melhor o fósforo. Isso barateia a ração desses animais porque eles não precisam de suplementos de fósforo – um químico vital para a dieta do porco mas caro demais para os produtores. Os cientistas responsáveis também argumentam que os animais liberam 30% a 70% menos fósforo em seus excrementos, o que os tornaria menos poluentes. As fezes de suínos são uma fonte significativa de poluição.
O Enviropig, que alguns críticos já apelidaram de “Frankensuíno”, ainda está sendo estudado pelas agências canadenses de regulamentação, a Health Canada e a Agência Canadense de Inspeção de Alimentos. Alguns meses atrás, outra agência, a Environment Canada, aprovou a produção dos animais, mas em isolamento. A FDA e as autoridades canadenses ainda estão analisando os dados sobre o porco para determinar se é seguro consumi-lo.
Nos EUA, os transgênicos foram introduzidos em 1996 e agora são um componente habitual da oferta de alimentos de milho, soja e açúcar do país, entre outros. “Se você comer qualquer um desses produtos, há uma chance de 85% ou mais de que está consumindo um alimento transgênico”, diz Marion Nestle, professora de nutrição da Universidade de Nova York.
A AquaBounty criou seu primeiro salmão transgênico em 1989, e apresentou os primeiros dados à FDA em 1996. Até agora, já tem dados sobre dez gerações de peixes. A empresa tem presença em vários países – sediada nos EUA, sua ação é negociada em Londres e ela tem operações pesqueiras no Canadá e no Panamá.
Todos os salmões criados com as ovas transgênicas são fêmeas e estéreis. Para impedir que um escape por acidente para o oceano, a AquaBounty quer que a FDA aprove o peixe apenas para piscicultura terrestre. Em sua análise científica, a FDA afirmou que o salmão transgênico não representa “nenhum risco alérgico adicional em relação ao salmão do Atlântico usado no teste”.
Mas ainda há muitas preocupações. Cerca de 20 grupos ambientalistas e de defesa do consumidor apresentaram suas opiniões à comissão da FDA, identificando o que chamam de falhas na maneira como a AquaBounty isola e esteriliza os peixes transgênicos, e apontando o alto volume de antibióticos que pode ser necessário para produzir o peixe em operações industriais de piscicultura.
A FDA realiza hoje outra audiência sobre como o peixe e produtos derivados dele devem ser rotulados nos supermercados.
Se aprovado, o peixe provavelmente só deve estar disponível nos próximos dois a três anos.
Gautam Naik, do The Wall Street Journal, Valor Econômico
Fonte: Valor online
Audiê
ncia Pública : Segurança Alimentar e Alimento Orgânico
Proponente: Vereadora MIRIAM MARRONI
Data: 31 de maio de 2010 – Segunda-Feira
Horário: 14 horas
Local: Plenário da Câmara de Vereadores de Pelotas
Rua Marechal Deodoro, 806
Mais informações:
Gabinete da Vereadora Miriam Marroni – PT
Rua Marechal Deodoro, 806
Telefones: (53) 3222 1305 (53) 2026 1001 Ramais 449 ou 451 Fax: (53) 3227 4476 email: gabinetevereadoramiriam@ig.com.br
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